«Mi familia va a ser la gran perjudicada de todo esto», aseguró ayer, durante su presentación oficial como nuevo seleccionador español, Sergio Scariolo , quien prometió «máxima dedicación y esfuerzo» para compatibilizar su cargo al frente de España con el de técnico del Khimki. El entrenador italiano ha firmado hasta los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y será seleccionador desde Rusia, pero ya ha comenzado a solicitar exhaustivos informes al Gabinete Técnico de la Federación Española de Baloncesto (FEB) para preparar el que será su primer gran reto, el Eurobasket que se celebrará en septiembre en Polonia, seguramente sin la presencia de Pau Gasol.
«No voy a quitar tiempo a mi club, sino a mi familia. Tengo 24 horas al día y tendré que administrarlas según las exigencias a costa de mi tiempo libre, pero este desafío es algo importante en mi vida», reconoció el ex técnico de Tau, Unicaja y Real Madrid, el mejor seleccionador posible que podría haber elegido el presidente de la FEB, José Luis Sáez, aunque existe el peligro de que puedan chocar ambos caracteres, como ocurrió con Pepu Hernández. A pesar de que es un técnico muy exigente y meticuloso, Scariolo está convencido de que no tendrá ningún problema con los campeones del mundo y subcampeones olímpicos.
Insistió en un par de ocasiones durante su conferencia de prensa en que «es necesario establecer pautas de funcionamiento y de convivencia», pero aseguró que siempre, a lo largo de su carrera, ha intentado «tener el justo equilibrio entre la libertad y la disciplina». «Quiero que los jugadores disfruten de su tiempo libre si no afecta a su rendimiento en la cancha. Yo confío en las personas, y rara vez he tenido que retirar mi confianza a un jugador. Creo que en este grupo no será el caso. Está claro que hay que tener un comportamiento de vida correcto, pero aquí no me preocupa», señaló, tras recibir públicamente el apoyo de las estrellas de la selección.
En el mismo sentido, en referencia a quien ya es el segundo seleccionador extranjero de la historia, se expresó José Luis Sáez: «Scariolo es uno de los nuestros, y su calidad, trayectoria, conocimiento y experiencia nos puede ayudar a seguir creciendo». Con un sueldo de un millón de euros netos por temporada en el Khimki, el italiano cobrará 100.000 euros limpios por dos meses de trabajo al año con España, para preparar y dirigir a la selección en las tres próximas grandes citas: Europeo, Mundial de Turquía 2010 y Juegos Olímpicos.
Scariolo desvela que al frente de la selección ha programado fases bien diferenciadas: «Una primera de estudio y organización, con visionado de imágenes y partidos para tomar decisiones, que será perfectamente compatible con el trabajo en mi club, y una segunda, muy intensa y enriquecedora, para decidir los nombres». Lo que sí descarta, «rotundamente», es convocar para el Eurobasket a jugadores nacionalizados. Aclaró que el relevo generacional en la selección, ahora que suenan cada vez con más fuerza los nombres de Llull, Claver o Pau Ribas, «lo tendrá que decir la cancha».
«La generación de jugadores de esta selección tendrá en Londres 32 años y estará en el pleno de la madurez, que no es sólo músculo». «No hay que quemar etapas ni hacer revoluciones cuando no se tiene necesidad de hacerlo», puntualizó. Respecto a la probable ausencia de Gasol, Scariolo admite que si está en el Eurobasket «aportará algo que ninguno puede aportar, pero si no está, hay ilusión y jugadores capacitados -sin citar al resucitado Fran Vázquez-». Pero no ignora la realidad: «Decir que la selección es lo mismo sin Pau es una barbaridad».