El listón está altísimo y Sergio Scariolo (Brescia, 1961) lo sabe. "La calidad del grupo con el que trabajaré es tan alta que es un desafío importante para cualquier entrenador y lo siento como algo importante en mi vida", comentó ayer en su presentación como nuevo seleccionador español, cargo que compatibilizará con el de técnico del Khimki de Moscú. El presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, argumentó la elección: "Su calidad, su trayectoria, su conocimiento y su experiencia nos pueden ayudar a seguir creciendo". El punto de partida es el de una selección campeona del mundo (2006), subcampeona europea (2007) y olímpica (2008).

"Siempre me he distinguido por la exigencia y la ambición de ser mejores y estar a la altura de los desafíos. Para mantener el nivel, tendremos que ser mejores porque es más complicado mantenerse que llegar", recogió el guante Scariolo, que releva a Aíto García Reneses tras su corta etapa al frente de la selección en los Juegos de Pekín.

El nuevo seleccionador, que contará como ayudante con el entrenador asistente del Fuenlabrada, Chus Mateo, descartó la incorporación de jugadores nacionalizados a la selección que competirá del 7 al 20 de septiembre en el Europeo de Polonia. Se desvaneció de esta forma la posible entrada en el grupo del estadounidense Brad Oleson, que promedia 20,5 puntos en la ACB y está casado con una española y se nacionalizará dentro de unos meses, aunque no probablemente antes del Europeo.

La presencia de Pau Gasol en Polonia no se conocerá hasta que concluya la temporada en la NBA. Scariolo considera que no es conveniente hablar en este momento sobre esa cuestión. "No sería inteligente ni útil", dijo, "porque no podemos aportar nada en ese debate, al margen de que nadie puede dudar de su dedicación, de su interés y de sus ganas. Es prematuro hablar sobre ello. Hay que esperar y, en función de cómo se encuentre, sobre todo físicamente, ya veremos qué decisión toma".

Scariolo ya ha empezado a trabajar sobre la base de una lista de unos 25 jugadores confeccionada por el gabinete técnico de la federación, dirigido por Ángel Palmi. Al núcleo del grupo que logró la plata olímpica se añade una serie de jugadores que están destacando en la ACB como Sergio Llull, Fran Vázquez, Víctor Sada, Víctor Claver, ahora lesionado, Saúl Blanco y Carlos Cabezas, entre otros. "Hemos añadido un par de nombres. Cada competición empieza de cero, hay que buscar nuevas pautas de comportamiento personal, técnico y táctico, pero contamos con un bagaje muy importante", convino Scariolo.

El técnico italiano, afincado en España y ex entrenador del Tau, el Unicaja y el Real Madrid, y que ha firmado como seleccionador por cuatro años, dio su punto de vista sobre una eventual y futura renovación del grupo de jugadores que han formado el núcleo de la selección durante los últimos años con vistas, sobre todo, a los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres. "La necesidad del relevo nos la tiene que decir la cancha. Si consideramos el 80 como año de referencia de esta generación, en Londres los jugadores tendrán 32 años y estarán en la plenitud de su madurez. No se trata sólo de músculos, se trata de la experiencia, de saber tomar las decisiones adecuadas bajo presión, haber demostrado que, cuando el equipo te necesita, estás ahí. Hay que quemar etapas y no hay que revolucionar cuando no se tiene necesidad de hacerlo", sentenció.

Scariolo se refirió a la paradoja de que un entrenador de la ACB no pueda hacer compatible su labor con el cargo de seleccionador, mientras que un entrenador de un club extranjero sí pueda. "Es posible hacer compatible ambas funciones siempre y cuando el morbo y la tentación de ver qué camiseta lleva uno debajo de la de seleccionador desapareciera. De lo contrario, sería una tortura. Esta circunstancia ya sucedió en Italia cuando Messina era entrenador del Virtus de Bolonia o en España cuando fue seleccionador Imbroda, y fue bastante pesada", concluyó.