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Sergio Scariolo está a punto de echarle el candado a la maleta. El lunes viaja a Moscú para poner en orden al adinerado Khimki, su nuevo reto. Pero hay otra ilusión. Bahía Sur en agosto, Polonia en septiembre. Ser seleccionador.
¿Por qué el Khimki, por qué ahora?
Pues el Khimki es, de todos los clubes que veo en una segunda línea, el único que puede dar el salto de calidad al máximo nivel. Y por qué ahora, pues porque los acontecimientos se han precipitado.
"Me reencuentro con mi viejo compañero Garbajosa", ha dicho. ¿Qué le cuenta Jorge?
No he hablado en profundidad con él, simplemente me ha ayudado a conocer un poco más la realidad del equipo.
Objetivo Euroliga.
Dicho de forma muy directa, sí. Somos terceros en la Liga y hay que escalar un puesto (el del Dynamo). La otra manera de conseguirlo sería ganando la Eurocup, más bonito, pero ahí hay mucha competencia.
¿Y ahora qué porcentaje de opciones hay de que sea seleccionador?
Eso es imposible decirlo, está fuera de mis manos. Es una ilusión legítima pero está en manos de otras personas. Yo me tengo que dedicar a hacer mi trabajo, especialmente el primer mes que será difícil, ganarme la confianza de la gente del Khimki y esperar que esto termine de definirse.
Para el público en general, ¿cuál es la situación exacta?
Un asunto a tres bandas. Dos están de acuerdo y ahora hay que afrontar la cuestión dentro de unos plazos.
¿Qué le seduce más de ser seleccionador?
Al margen del motivo de orgullo que conlleva la consideración de la Federación y el consenso que ha generado, estamos hablando del mejor equipo que podré entrenar en mi vida.
Desde Los Ángeles ha recibido el beneplácito de Pau Gasol. ¿Qué más quiere?
Es bonito que personas cualificadas formen parte de este buen nivel de consenso que hay.
Quién le diría a un italiano hecho y derecho de Brescia que puede entrenar a España antes que a la Nazionale.
Me hubiese sorprendido mucho pero ves que esta es la vida, sus caminos. Y mis hijos tienen doble nacionalidad, mi mujer es española.
Y usted es español
Me siento como en casa en España. Hasta a nivel profesional. Una vez, en una cena de la Asociación de Entrenadores, alguien comentó: 'Sólo han venido entrenadores españoles'. Le pregunté si es que no me había visto y me dijo: 'pero si tú eres español, Sergio'. Siempre he intentado convencer a los clubes en los que he estado para que se cimenten con jugadores nacionales: Raúl, Garbajosa, Carlos Jiménez...
¿Qué se deja en Málaga?
Muchos amigos, unos cuantos banderines en el Carpena (los que recuerdan los títulos del Unicaja) y una Fundación (Cesare Scariolo) con la que he comprobado cuánta gente querida dejo aquí.
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http://www.as.com/baloncesto/articulo/baloncesto-tecnicos...